Un Despeje de Pensamientos

Debido a la monoteinidad del trabajo algunas veces uno necesita un breve descanso y olvidarse por algunos instantes de los molestos problemas que tenemos, y bueno nada mejor para remediar esto que un buen viaje a nuestra ciudad natal.

Es cierto que el viaje es desastroso incluso cuando ya lo hemos hecho tantas y tantas veces que nos sabemos de memoria el recorrido y las paradas que se hacen, pero la buena compañía que esta ves se tuvo remedió esto y lo hizo más confortable que los pasados. Entonces podríamos decir que empezamos con el pie derecho :0) .

Ya estando allá la reunión con viejos amigos lo hacen a uno llenarse de una extraña energía y claro esta divertirse y ponerse al día en nuestras vidas, que por mas aburridas que hayan sido hasta entonces es necesario contarlas. El visitar viejos lugares que ya habíamos olvidado nos hacen recordar momentos que obviamente también habíamos olvidado, pero que al recordarlas empezamos a sentir una alegría algo difícil de explicar.

En sí toda la estadía es un despeje a nuestra mente, un sentimiento de tranquilidad que nos llena, una especia de paz que nos tranquiliza, y a quien no le gusta eso.

Habrán sido pocos días pero realmente el cambio se nota, tal vez no por fuera, pero eso quien lo nota, no queda más que seguir y esperar la siguiente oportunidad de regresar.